En 2020 se iniciaron algo más de 4.000 viviendas en la provincia de Alicante, un 29% menos que en 2019
En la provincia de Valencia, se iniciaron 4.219 viviendas, un 5% más que en 2019, doce veces menos que la media de los cuatro años anteriores
La pandemia de la COVID-19 afectó muy negativamente en 2020 a la producción residencial de Alicante (capital y provincia). Según los datos recogidos en nuestro Informe de Coyuntura Inmobiliaria del Instituto de Análisis Inmobiliario realizado por nuestro Instituto inmobiliario (INSTAI), el año pasado se iniciaron en Alicante 4.335 viviendas, un 29% menos que en 2019 (los datos correspondientes al 4º trimestre son estimados).
Se trata de una cantidad similar a la de 2015 (4.232), pero muy inferior a la de 2019 (6.137) y también a la media anual desde que en 2014 se revirtió la tendencia bajista motivada por la crisis del mercado residencial iniciada en 2008 (en el período 2014-2019 la media anual de viviendas iniciadas se situó en 5.336 unidades).
Por otro lado, en la producción residencial de Valencia (capital más provincia) se puede reflejar con la expresión «más, pero bastante menos». Con este término aparentemente contradictorio puede resumirse el efecto que la pandemia de la COVID-19 tuvo en 2020.
De acuerdo con los datos elaborados por nuestro Instituto de Análisis Inmobiliario (INSTAI), el pasado año en Valencia se inició la construcción de 4.219 viviendas (los datos correspondientes a último trimestre son todavía estimativos) frente a las 4.078 de 2019. Un crecimiento que, aunque positivo (un 5% más), es muy inferior a la media interanual acumulada desde 2016, cuando el mercado residencial de Valencia dio por concluida la crisis e inició una recuperación de su actividad que se ha mantenido de manera ininterrumpida hasta la actualidad.
Alicante
En Alicante, el volumen de viviendas iniciadas en 2020 no solo marca un punto de inflexión negativo en la curva ascendente que de manera ininterrumpida, con la única excepción de 2018, venía registrándose en la actividad residencial de Alicante desde 2014, sino que además puede interpretarse también con un indicador de la confianza del promotor que opera en Alicante, al menos en el corto plazo. Como mejor se aprecia el impacto de la pandemia es comparando trimestralmente los volúmenes de producción residencial de 2019 y 2020.
De esta manera, mientras en el primer trimestre de ambos años el número de viviendas iniciadas fue muy parecido (1.874 en 2019 y 1.748 en 2020), el decreto del Estado de Alerta, a mediados del mes de marzo, simplemente hundió esta producción, pasando de 1.719 unidades en el segundo trimestre de 2019 a 926 en 2020, una caída del 46%. El desplome fue aún más intenso en el tercer trimestre de 2020, cuando las viviendas iniciadas ascendieron a tan solo 577 unidades frente a las 1.644 en el mismo trimestre del año anterior, casi tres veces más.
Los cálculos del INSTAI para el cuarto trimestre de 2020 pronostican una importante recuperación, en torno a las 1.100 viviendas, con un aumento del 20% en tasa interanual, aunque insuficiente en cualquier caso tanto para enjuagar las pérdidas de los trimestres precedentes como en el conjunto del año, que retrocede un 29% con respecto a 2019.
Valencia
En Valencia, en 2016 se comenzó la producción de un 18% más de viviendas (781 unidades) que en 2025 (662). Un porcentaje que al año siguiente casi se quintuplicó, hasta situarse en un aumento del 84% (1.442 unidades). 2018 marcó el máximo en el crecimiento porcentual de este período.
Aquel año se iniciaron 2.932 viviendas, un 106% más que anterior. En 2019, los promotores continuaron iniciando más viviendas (4.078 unidades), que en el ejercicio precedente, pero a un ritmo sensiblemente menor (39%): un claro síntoma de que el ciclo alcista comenzaba a dar sus primeras señales de agotamiento, lo que animaba a un reajuste de la oferta a la demanda esperada a corto plazo.
La COVID-19 no ha hecho sino acelerar este proceso, solo que a una velocidad imprevisible para el mercado. Como mejor se aprecia el impacto de la pandemia es comparando trimestralmente los volúmenes de producción residencial de 2019 y 2020. De esta manera y tras un primer trimestre muy productivo, con 1.428 viviendas iniciadas y un aumento en tasa trimestral del 87% y del 24% en tasa interanual, la producción de viviendas cae un 20% en el segundo trimestre de 2020, justo inmediatamente después de decretarse el estado de alarma, y otro 14% en el tercer trimestre del año. En total, durante ambos trimestres se iniciaron 1.790 viviendas frente a las 2.167 en el mismo de 2019 (en conjunto, un 17% menos en 2020).
El cuarto trimestre del año arrancó con un notable impulso en la producción de viviendas nuevas: 1.073, de acuerdo con las estimaciones del Instituto de Análisis Inmobiliario (INSTAI). Un 32% más tasa mensual (respecto al trimestre anterior) y un 41% en tasa interanual (respecto al último trimestre de 2019). Un importante incremento que, si bien bastó para hacer que 2020 concluyera con un ligero aumento en el porcentaje de viviendas iniciadas (el 5%), no sirvió para enjuagar los sustanciales descensos de los dos trimestres previos.
A nivel autonómico, Valencia se alinea con la evolución en el número de viviendas iniciadas en Castellón en 2020 (también con un aumento del 5% en relación a 2019), pero se diferencia notablemente de la registrada por Alicante, cuya producción de viviendas nuevas cayó un 29%. Por su parte, la Comunidad Valenciana se anotó un descenso en el número de viviendas iniciadas del 14% (10.795 en 2019 frente a 9.233 unidades en 2020).