La tarifa media por habitación supera ya a la de 2008 y estará en 2018 en 85 euros mientras que los ingresos se situarán en 56,5
En el conjunto de España estas cifras serán algo mayores
Pese a la competencia por la construcción y renovación de hoteles, y el fenómeno del alquiler de pisos a través de plataformas, los hoteleros son capaces de subir de manera moderada los precios. La afluencia de turistas nacionales y extranjeros alojados en hoteles, a la que dedicamos nuestro Observatorio del mes de febrero, explica que la demanda hotelera permita este aumento.
En el gráfico tenemos una serie relativamente larga del índice de precios hoteleros que calcula el Instituto Nacional de Estadística, mediante el precio medio de las habitaciones, el número de las mismas, como suma de las habitaciones por hotel, el porcentaje efectivo de habitaciones que han sido ocupadas (vendidas), ponderadas por tipo de establecimiento para ajustar el precio, y corregido todo ello por un factor estadístico. Este índice muestra la tendencia de los precios, con las oscilaciones propias de los tres puntos del tiempo recogidos –enero, mayo y septiembre-, de manera que hay un crecimiento desde el invierno al verano, y una caída posterior. Partiendo de 100 en 2008, se aprecia la caída que tiene lugar, tanto en Andalucía como la media española, de manera que el sector no se recupera hasta 2014; desde entonces el dato es positivo, con crecimientos más fuertes en los últimos dos años. Para recoger años completos nos hemos atrevido a proyectar el índice para todo 2018, en el que sigue la tendencia que vemos en la serie. Otra característica de interés es que hasta 2012 la evolución del índice es muy similar en España y Andalucía, pero a partir de ese año las puntas de los meses con precios más altos son mayores en España que en Andalucía, mientras que el resto del año se hace más homogéneo.
En la tabla vemos dos datos que coinciden con la tendencia del índice. La tarifa media por habitación cae en Andalucía desde el 2008 de 72 a 67 euros, y no se recupera hasta 2014; desde entonces crece hasta los 81 euros de 2017. Para la media española, partiendo de unos mismos precios, 72 euros en 2008, la recuperación se inicia antes, entre 2011 y 2012, y en 2014 ya estaba por encima de 2008; en la proyección que hacemos en 2018 la tarifa media diaria estaría en 90 euros para la media española, y 85 para Andalucía. Los ingresos por habitación disponible son una combinación de la evolución de la tarifa media diaria y el grado de ocupación. Podemos decir lo mismo que anteriormente, pues hasta 2014 no se alcanza en Andalucía un ingreso por habitación disponible similar al de 2008, y en España un año antes. Desde entonces se recupera por el doble motivo del aumento de tarifas y de ocupación; en la proyección para 2018 estaría en 62 euros para la media española, y 56,5 para Andalucía.
El sector está sin duda recuperando lo perdido durante la crisis, en Andalucía y en España
Estos datos no reflejan adecuadamente los ingresos de los hoteles, pues se limitan a los precios de las habitaciones, sin incluir otro tipo de servicios que ofrecen los hoteles como bar, restaurante, spa, o alquiler de salones para la organización de reuniones o eventos. Pero puede concluirse a partir de estos datos simples, que el sector hotelero está recuperando lo perdido en unos años de crisis que tuvo un impacto mayor en Andalucía que en la media de España.
EN CORTO
“Competencia de las plataformas de alquiler”
Los buenos resultados de los hoteles, que vemos en nuestro artículo principal, no quita la preocupación al sector por la actividad de las plataformas que alquilan viviendas. Por una parte, Airbnb amplía su oferta con un lanzamiento “plus” de alojamientos que cumplen requisitos de limpieza, comodidad y diseño; la competencia es fuerte, y en el Mobile Word Congress en Barcelona Airbnb ha conseguido 45.000 reservas, frente a las 26.000 de los hoteles. Por otra, Hacienda ha puesto el punto de mira en estas plataformas de alquiler, al igual que algunos gobiernos autónomos, que quieren que los pisos que se anuncien cumplan con los requisitos legales establecidos. El gobierno balear ha impuesto una multa de 300.000 euros a Airbnb por incumplimientos en este sentido.
«Y una dura batalla regulatoria”
Las comunidades autónomas y ayuntamientos intentan regular esta actividad, sin que haya un marco común; así, por ejemplo, Madrid eliminará la limitación de 90 días máximos por año para alquilar un piso, y otras como Canarias dan facilidades siempre que el propietario resida en la vivienda. En general se distingue entre el alquiler de habitaciones y el de pisos y edificios, que se trata de una actividad empresarial organizada. En Andalucía tenemos el Decreto 28/2016 de 2 de febrero, sobre viviendas con fines turísticos, que requiere una revisión ante la sofisticación con la que actúan las plataformas. El Decreto está muy enfocado a la protección del consumidor usuario del alojamiento, y menos a salvaguardar la competencia; por otra parte, la pretensión de construir un censo de estas viviendas no se ha logrado.