Una de las grandes preguntas que todos nos solemos hacer a la hora de pensar en hacer obras o rehabilitar nuestra casa es cuánto nos costará. Y es que esa previsión de gastos es difícil de hacer si no tenemos conocimientos en este campo.
Además, que los precios de las reformas y rehabilitaciones varían mucho entre ciudades o comunidades autónomas. Por eso muchas veces no sabemos si serán 3.000 o 30.000, sobre todo a la hora de rehabilitar una vivienda antigua. Hoy vamos a intentar arrojar algo de luz sobre esta cuestión y hacer un pequeño estudio de cuánto cuesta rehabilitar una casa en España.
En muchas ocasiones, como usuarios, ni siquiera somos capaces de entender la magnitud de la obra a realizar. Pensamos que rehabilitar una vivienda es darle un “cambio de cara”, dejarla más bonita por fuera, pero desconocemos la profundidad de los daños internos. Sobre todo en materia de electricidad, fontanería o aislamientos.
Son reformas y rehabilitaciones que no se ven fácilmente pero cuando un profesional experimentado las ve las identifica rápidamente. A veces incluso ciertos desperfectos o problemas no se descubren hasta que comienza la obra en sí. Deficiencias internas que provocan un encarecimiento de materiales o del tiempo y la mano de obra de ejecución.
Esto puede suponer un grave problema sobre todo en ciertas circunstancias:
- En la rehabilitación de nuestra vivienda principal.
- En la rehabilitación y reforma de una vivienda antigua en un pueblo.
- A la hora de comprar una vivienda “ganga” pero que necesita reforma.
En todos estos casos si no somos capaces de prever bien el presupuesto de gastos podemos descubrir que no era barato.
Presupuesto de costes de una rehabilitación
En primer lugar, lo que hay que tener bien en cuenta es la superficie de la vivienda en cuestión y de la superficie a rehabilitar. Ya que todo se va a calcular en base a estas medidas. Tanto la compra de material como la facturación de la mano de obra suele hacerse por metros cuadrados. A partir de ahí ya la previsión de los costes es algo más fácil.
También hay que tener en cuenta el estado inicial de la vivienda. Si es una vivienda que no ha tenido ningún tipo de reforma o rehabilitación en varias décadas seguramente los gastos en reforma de la electricidad o fontanería será más cara. En cambio, una casa que haya tenido ya algún tipo de reformas o mejoras, aunque sean parciales, en los últimos años el coste de rehabilitación será menor.
Y también no hay que perder de vista los materiales a utilizar. Esto es algo lógico, si queremos ahorrar en coste podemos hacerlo y nos supondrá una reducción del gasto. Pero ya sabes que ese ahorro será a corto plazo, a largo plazo puede que nos salga más caro. Una rehabilitación con unos materiales de la mejor calidad supondrá más desembolso económico, pero seguramente una mayor vida útil de los materiales.
A la larga eso supondrá un ahorro importante, no sólo en cuestión de reformas y reparaciones futuras sino también de eficiencia y gasto energético. Parece una obviedad, pero el dicho de “lo barato sale caro” en el caso de una rehabilitación de una vivienda se cumple.
Gastos de una rehabilitación
Una vez tengamos clara la superficie a intervenir y en concreto el alcance de las reformas podemos ya hacer una previsión más ajustada del gasto de rehabilitación de nuestra vivienda.
Para ello vamos a dejarte unas categorías por el alcance del gasto. Podemos ya con ello multiplicar los costes por el número de metros y obtendremos unas cifras aproximadas.
La gastos caros son los más caros que podemos tener en una reforma. De media podemos calcular que saldrá de media unos 120-200 euros por metro cuadrado. Como por ejemplo: reformas en la estructura de la vivienda, cimentación de superficies, cerramientos.
Para los gastos medios podemos tomar como referencia entre 70 y 100 euros por metro cuadrado donde podríamos incluir: instalación de calefacción, obras de carpintería exterior o interior, albañilería o pavimentación.
Los gastos económicos suelen salir más baratos que los de las anteriores categorías. Como referencia hay que calcular entre 20 y 50 euros por metro cuadrado para obras de fontanería, obras de electricidad, instalación de sanitarios o revestimientos.
En el capítulo de gastos menores suelen ser los gastos más bajos en cualquier reforma. Como referencia se puede considerar menos de 20 euros por metro cuadrado para demolición de elementos, desescombro y gestión de los residuos, instalación de elementos de iluminación o sistemas de ventilación.
Pues con esta sencilla checklist ya puedes hacer una primera previsión. También podemos así comparar cuánto de caro o barato nos saldrá una reforma e incluso compararlo. Para ello considera la referencia que, en España, construir una vivienda nueva, implica un gasto de unos 1000 euros por metro cuadrado. Hablamos siempre de costes de construcción incluido el material necesario, no incluimos aquí las licencias, proyectos arquitectónicos, etc.
Otros gastos de la reforma o rehabilitación
Aunque la adquisición de material y la mano de obra son los dos gastos fundamentales de cualquier reforma o rehabilitación de vivienda, no son los únicos. En especial si la reforma es de calado (grandes rehabilitaciones, fachadas, estructura, tejado, etc) los costes de licencias y proyectos encarecen la reforma.
Por norma general hay que tener en cuenta que este tipo de gastos supone entre un 10 y un 15% del total del gasto de la rehabilitación. Principalmente gastos de planificación y proyectos de arquitectos y solicitud de licencias de obras en ayuntamientos.
Pueden parecer grandes gastos altos pero hay que tener en cuenta que este tipo de gastos nos aporta:
- Legalidad. Nuestra rehabilitación respetará la legalidad vigente y nos ahorrará problemas futuros en muchos aspectos.
- Seguridad. Tanto durante la ejecución de la obra o rehabilitación como en la post reforma nuestra vivienda será un lugar seguro en todos los sentidos si la mano de un profesional está detrás de su planificación y ejecución.
Otro pequeño elemento que deberías tener en cuenta a la hora de prever los gastos de una reforma es la compra de material adicional. Nos referimos a azulejos sobrantes, suelos, etc. En cualquier reforma conviene siempre adquirir este material extra que, aunque no se utilice en la rehabilitación, nos vendrá bien en el futuro si hay una pequeña avería y debemos sustituir materiales ya instalados. Ante una gotera del vecino, por ejemplo.
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